Descubre la antigua tierra de leyendas: Donde el águila se encuentra con los Balcanes y Grecia
Nos situamos en una preciosa tierra de Historias Épicas de Albania entre el sur de los Balcanes y la milenaria Grecia. Cuenta la leyenda que un día un joven de esta tierra se levantó muy temprano para salir a cazar. Paseando entre las hermosas montañas, llegó a la cima de una de ellas y desde allí divisó como un águila majestuosa descendía desde los cielos y se posó en su nido. Lo que más le llamó la atención fue que en su pico llevaba el cuerpo de una serpiente la cual parecía muerta ya que se encontraba totalmente rígida.
La leyenda inmortal: Un joven, un águila y el misterio de las montañas albanesas
– ¡Qué suerte tiene el águila! (pensó el joven). Acaba de amanecer y ya ha encontrado comida para su cría.
El águila soltó la serpiente y alzó de nuevo el vuelo en busca de más comida. Justo en ese momento, la serpiente comenzó a moverse abriendo su boca y mostrando sus venenosos colmillos al indefenso polluelo. ¡No estaba muerta! Por suerte, el joven que lo estaba viendo todo a lo lejos, sacó su arco y lanzó una flecha que atravesó el cuerpo de la víbora, logrando matarla y salvando de ese modo la vida de la pequeña cría. De todos modos el muchacho se acercó corriendo para asegurarse que el polluelo no había sufrido daño alguno. Tal fue su emoción al verlo que decidió llevárselo para cuidarlo él mismo.
Al regresar el águila a su nido, se dio cuenta de que su cría no estaba. Desesperada y asustada levantó las alas para tratar de encontrarla. Por suerte para ella vio al joven que la llevaba entre sus manos y rápidamente descendió en picado hasta quedarse justo delante de él.
– Oye ladrón, ¿Dónde vas? ¡Devuélveme a mi cría!
– Me la llevo a mi casa. La serpiente que cazaste no estaba muerta y si no es por mí se la habría comido, así que quiero dejarla a salvo.
El águila se entristeció y sus ojos se llenaron de lágrimas.
– Lo siento, pensaba que la serpiente estaba muerta. Quiero mucho a mi cría. Fue un descuido y no volverá a suceder. Si me la devuelves te recompensaré. Te concederé las dos cualidades más valiosas que tengo.
– ¿Ah sí?, ¿Cuáles son?
– A partir de ahora tendrás una visión tan aguda como la mía y tus brazos serán tan fuertes como mis dos grandes alas. De ese modo te convertirás en invencible y te llamarán «águila«, igual que a mí.
El joven aceptó la oferta ya que el águila estaba realmente arrepentida y se merecía una nueva oportunidad. De ese modo le devolvió su cría a la hermosa ave, la cual muy agradecida las abrazó y levantó el vuelo hasta su nido.
Pasó el tiempo y aquella promesa se convirtió en realidad. El joven se convirtió en un hombre grande y más fuerte de lo normal, capaz de derrotar a bestias enormes y peligrosas. Además se encargó de proteger a su pueblo de los invasores que les atacaban a lo largo de los años para conquistar esa hermosa tierra. La cría también se convirtió en un águila fuerte y poderosa, y como agradecimiento se quedó siempre cerca de él, protegiéndolo desde las alturas vigilando que no le ocurriera nada malo.
Fue de ese modo como el joven acabó convirtiéndose en un héroe al que todo el mundo llamaba «hijo del águila«. Lo nombraron rey de aquella tierra, una tierra que desde ese momento pasó a llamarse Albania, que significa «Tierra de águilas«.
Así acaba esta leyenda que acabó convirtiéndose en realidad. Hoy en día Albania sigue siendo tierra de águilas ya que en cualquier lugar se puede ver su orgullosa bandera con el águila de dos cabezas que nos recuerda qué hermoso animal gobierna el país desde el aire. Así que si vais a Albania, no dejéis de mirar al cielo y otear el horizonte porque es probable que el águila os esté vigilando…
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