Qué hacer en Santorini y Mykonos en un día

Santorini y Mykonos. ¿Quién no ha oído hablar de estas dos islas del mar Egeo?. Dos destinos turísticos envidiables y que muchos visitan durante unas horas al ser algunas de las paradas que realizan multitud de cruceros durante gran parte del año. Por lo tanto es importante saber qué hacer en Santorini y Mykonos si vais a estar solo durante unas horas en ellas.

Qué ver en Santorini en un día

Santorini  es posiblemente la más bella de las islas Cycladas. Para llegar a ella, hay que coger un pequeño bote hasta tierra ya que los cruceros no pueden acercarse debido a la poca profundidad de las aguas.

Se trata de una isla escarpada, volcánica y con grandes acantilados. Los barcos llegan a Fira, la capital. Pero para poder estar realmente en esta localidad hay que subir la montaña ya que Fira se encuentra en lo más alto. Y solo hay dos maneras de poder subir. Bien con el teleférico o en un pequeño paseo en burro por la ladera. Obviamente nos declinamos por la segunda. Primero por convicción personal ya que estamos totalmente en contra de  cualquier maltrato o vejación a los animales. Y segundo también por ganar tiempo ya que al viajar en crucero no se dispone de mucho.

Santorini no es una isla con gran historia o legado cultural. Su principal atractivo reside en su belleza misma. Es su configuración geológica la que la hace especial. La explosión de un volcán sobre el año 1600 a.C le dio su característica forma de media luna. Las consecuencias de esa explosión aún son motivo de mitos y misterios. De hecho, Marinatos popularizó la idea de que en la explosión prehistórica de Tera, Santorini, está en el origen del mito de la Atlántida.

Se sabe que en torno al 1600 a. de C. la erupción del volcán terminó con una gigantesca explosión de la caldera. Como efecto de la explosión, la isla perdió buena parte de su superficie, y se puso en marcha un tsunami que asoló el Mediterráneo Oriental, provocando, entre otros efectos, una grave crisis en la civilización minoica de Creta. La explosión fue muy intensa y la emisión de polvo oscureció la atmósfera lo suficiente como para que el hecho fuera observado en China. El enfriamiento ha quedado registrado en los anillos de los árboles incluso en Canadá. Este fenómeno duró nueve días en Egipto, medio día en China y se estima que una hora en la Antártida.

Una vez en lo alto de Fira lo más interesante es llegar al otro extremo de la isla a la localidad de Oia, famosa por su atardecer, y como no por esas casitas blancas y azules que pudimos ver en unos anuncios de yogurts o en la película de Mamma Mia. Las navieras ofrecen excursión en bus, pero nuestro consejo es que lo hagáis por libre. Hay multitud de rent a cars en Fira, por lo que una buena experiencia es la de alquilar un quad para recorrer la isla.

Ya con este peculiar vehículo hay que tomar rumbo al norte por la única carretera que hay en esa dirección. La distancia no es muy larga y en unos pocos kilómetros ya se llega al destino. Una vez en Oia, se puede disfrutar de la belleza de las casa típicas griegas con su característico color azul y blanco. Unas casas las cuales forman parte de las escarpadas laderas de las montañas. El entorno invita a relajarse y simplemente a tomar fotos y más fotos.

Santorini realmente no tiene mucho más. Es cierto que es un destino precioso en el cualquiera pasaría varios días veraniegos a descansar y tomar el sol, pero si apenas se tienen unas horas para conocerla, esta ruta sirve realmente para hacerse una idea de lo que puede ofrecer.

Qué ver en Mykonos en un día

Como muchos sabréis, esta isla es muy famosa por su animada vida nocturna y gran cantidad de fiesta. Digamos que se trata de la Ibiza del Mediterráneo oriental. Normalmente si se visita en crucero, no se ve esa parte de la isla ya que los barcos atracan en Chora, la capital en la cual la vida es más tranquila.

Aún y así se puede bajar para pasear un rato por allí y conocer los alrededores del puerto. La arquitectura de Mykonos es bastante similar a la de Santorini. Pero llama la atención sus estrechas calles empedradas con las casa cercas entre sí. Parece ser que esto se hizo para evitar el duro sol veraniego y el fuerte viento que allí sopla.

Paseando por esas callejuelas una cosa llama poderosamente la atención. Hay multitud de casas que tienen una pequeña capilla en su interior. Después de indagar un poco y preguntar logramos saber que antiguamente los habitantes de Mykonos practicaban la piratería y eran tan devotos que prometían en caso de conseguir sus objetivos, edificar una capilla. El resultado de aquellas promesas fueron las numerosas capillas que se construyeron.

Esas calles laberínticas nos llevan hacia la parte baja de la localidad, concretamente a la llamada «pequeña Venecia«. Se la llama así por sus coloridas casas de dos y tres pisos asomadas sobre el mar y preciosos balcones de madera. Es sin duda un precioso lugar para contemplar una fantástica puesta de sol.

Desde allí abajo se puede observar otro de los símbolos de Mykonos, sus famosos molinos. Antes había quince molinos que se utilizaban para moler el trigo que se recogía en la isla, aunque actualmente sólo quedan cinco. Desde allí arriba la panorámica tampoco está nada mal.

Para los interesados en pasar más días en Mykonos, en la otra parte de la isla es donde se encuentran las discotecas y todo el ambiente festivo que buscan la mayor parte de la gente que viaja aquí en busca de diversión sin descanso.

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