Dublín fue nuestro última parada de nuestro viaje en autocaravana a Irlanda. Pudimos pasar casi 3 días en la capital del país la cual tiene mucho que ofrecer al viajero. En este post te vamos a contar qué hicimos en la ciudad con nuestros niños. Y ya te avanzamos que Dublín es una ciudad ideal para ir con niños, ya que hay muchos lugares adecuados para éstos, lo que se puede combinar con otras de tipo más cultural para los adultos.

QUÉ VER EN DUBLÍN CON NIÑOS

TRINITY COLLEGE

Una primera visita a la ciudad podría ser a la Trinity College, la universidad más antigua del país inaugurada en 1592. Os recomendamos comprar las entradas con antelación ya que las colas son bastantes largas si se compran taquilla.

Oscar Wilde o Bram Stoker fueron algunos de los alumnos de esta universidad de la cual destaca su famosa biblioteca y principal motivo de nuestra visita ya que en ella se encuentra el libro de Kells, un libro manuscrito en el siglo IX por los monjes de Iona. Este libro de enorme valor contiene un texto en latín de los 4 evangelios y se conserva gracias a que los monjes lo llevaron a Kells tras el saqueo vikingo que sufrió su abadía en el año 806 d.C.

Este libro está considerado como uno de los más importantes vestigios del arte religioso medieval por lo que es un lujo poder contemplarlo. Pero lo más impresionante de la biblioteca es su «Long Room», la sala larga toda hecha de madera y que alberga más de 200.000 libros antiguos.

Esta es solo una muestra de su catálogo ya que desde 1801 la Trinity College recibe un ejemplar de cada libro escrito en las islas británicas, por lo que su colección es inmensa. Además otra de las cosas que se puede ver el una copia de la Declaración de Irlanda como República tras su independencia del Reino Unido.

Sinceramente vale la pena pasear a través de esos 65 metros rodeados de los bustos de algunos de los pensadores más famosos de la historia. Sin duda, uno de los imprescindibles de cualquier visita a Dublín.

VISITAR LA GUINESS EXPERIENCE

Sin ninguna duda uno de los emblemas del país, la incomparable cerveza Guiness. Al igual que para visitar la Trinity College, también recomendamos comprar con antelación internet las entradas para realizar la «Guiness Experience», una ruta por la historia de la mítica marca en el que a parte de ver imágenes, objetos y vídeos históricos a través de la varias plantas del edificio, se puede realizar una cata y tomarse una buena pinta al final del recorrido.

Nos apetecía realizar esta experiencia aunque teníamos dudas por los niños, pero tras hacerla podemos decir que sí se puede visitar la Guiness en familia. No se hace pesada ya que al ser tan visual, los niños se lo pasan bien paseando a través de las salas viendo por ejemplo los vídeos en las enormes pantallas o escuchando música.

VISITAR EL PHOENIX PARK

No os podéis perder uno de los parques urbanos más grandes del mundo en el cual pudimos realizar una auténtica KIDS EXPERIENCE con Xavi & Àlex. Te lo contamos mejor es este post:

Dar de comer a los ciervos en el Phoenix Park de Dublín

LA ESTATUA DE MOLLY MALONE

La famosa estatua de Molley Malone (protagonista de una canción popular de Irlanda) trata sobre la historia de una pescadera que murió de una fiebre en plena calle sin que nadie pudiera ayudara. Desde entonces, se dice que el fantasma de Molly aún merodea por las calles de Dublín, siguiendo el mismo recorrido que seguía cuando salía a vender marisco. (Dice la leyenda que tocarle los pechos a la estatua da buena suerte)

IR A UN PUB IRLANDÉS

Si antes hablaba de la famosa cerveza Guiness, tampoco se puede entender la cultura irlandesa sin los pubs. Alrededor de la zona del río Liffey nos adentrarnos en las callejuelas con más historia en las que se agolpan los pubs y pequeños comercios. Entre estos destaca el conocido Temple Bar, otro de los símbolos de Dublín. ¿Quién no ha visto la misma foto en las guías del país?

CRUZAR EL RÍO A TRAVÉS DE ALGUNO DE SUS INCONTABLES PUENTES

Desde el Temple Bar y bordeando el el río se puede atravesar el Ha’penny Bridge, el puente más famoso y emblemático de la ciudad (más de 20.000 personas lo atraviesan cada día).  Fue construido en 1816 y, al ser el único puente peatonal que había, se tenía que pagar medio penique para travesar de orilla a orilla.

DEGUSTAR UN IRISH BREAKFAST

Aunque nosotros somos más de dieta mediterránea, nos animamos un día a probar un tradicional Irish Breakfast, lo que podríamos reconocer como el plato típico de Irlanda. Ahí va: bacon, champiñones, huevo frito, beans, morcilla, dos longanizas, tortilla y dos rodajas de pan de molde. Sinceramente una bomba calórica, para qué engañarnos. Eso sí, está bueno y llena el estómago.

PASEAR POR LA CALLE O’CONELL

la calle O’Connell, una de las más famosas de la ciudad en las que ya a lo lejos se puede observar el Spire de Dublín, su famoso obelisco hecho de acero inoxidable y que con sus 121 metros es considerado como la estatua más alta del mundo. Llamado también el Monumento de la Luz debido a que por la noche dispone de luz en su punta iluminando gran parte del cielo dublinense, está situado justo en el centro de la ciudad, algo similar a lo que ocurre en el Kilómetro 0 de la puerta del sol de Madrid.

Desde allí nacen varias calles más modernas con galerías comerciales y múltiples terrazas llenas de vida y gente comprando o simplemente tomando algo. Destacan algunos edificios como el de Correos o alguna calle llena de teatros.

PARQUE ST. STEPHEN

También céntrico, el parque de St. Stephen’s, se llena de gente y sobretodo de niños jugando y corriendo por allí en las zonas de columpios.

  

IMAGINOSITY

Imaginosity se encuentra a las afueras de Dublín. Este sitio es una especie de museo/sala de juegos en la que los niños pueden jugar a «ser mayores» en las diversas salas que tienen sus tres pisos.

Por ello el nombre de Imaginosity ya que aquí los niños pueden imaginar convertirse en médicos, actores, pilotos, constructores, etc. Así pues, previa reserva por internet (sino es imposible) nos encontrábamos allí para que Xavi & Àlex disfrutasen de las 2 horas que dura el tiempo de juego en Imaginosity.

Imaginosity les encanta a los niños. Se han convertido en adultos ya que han podido hacer la compra, nos han vacunado, nos han servido la comida y también se han disfrazado en caballeros medievales.

Vamos, que las 2 horas se pasan volando. De verdad si estás varios días por la ciudad de Dublín con niños, no debes dejar pasar la oportunidad de venir.

LAS CATEDRALES

Una visita a Dublín debe guardar algún momento para conocer sus catedrales. Concretamente las catedrales más famosas y conocidas de la ciudad. La de la Santísima Trinidad y la de Christ Church.

Ambas son imponentes y destacan en el centro de la ciudad. Además la de la Santísima Trinidad tiene una buena explanada con jardín para pararse a descansar. Además hay una pequeña zona de columpios en la Xavi y Àlex pudieron jugar y divertirse.

CALLEJEAR POR LA CIUDAD

Dedicad unas horas a callejear y aprovecha para ver rincones de Dublín. Esperábamos ver una ciudad más gris industrial y nos llevamos una grata sorpresa al descubrir un lugar lleno de alegría con sus pubs y gente por las calles. Puramente Irish.

CONCLUSIÓN

Este ha sido un pequeño resumen de lo que visitamos durante casi 3 días en la ciudad de Dublín, una ciudad que nos ha sorprendido gratamente. Seguro que hay muchos más lugares para conocer, pero ya sabéis que al viajar con niños los ritmos son otros.

De hecho, Irlanda es mucho más que Dublín y se merece al menos un par de semanas para conocerla. Eso es lo que hicimos nosotros alquilando una autocaravana y recorriendo gran parte de la llamada isla esmeralda. Os dejamos nuestro itinerario por si os animáis a hacer lo mismo.

https://elviajedeloselefantes.com/irlanda-la-isla-esmeralda/

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