Hoy cambiamos de ciudad. Nos despedimos aún fascinados de Brujas la cual nos ha parecido encantadora. Sin dudas un lugar que vale la pena visitar. Nuestro destino es Bruselas, capital de Bélgica y donde pasaremos la Nochevieja. Pero antes pararemos en Gante ya que está a medio camino y es un lugar que vale la pena visitar. Por lo tanto allí estaremos la mayor parte del día.
El día amanece lluvioso y no tiene pinta de que vaya a cambiar. Cogemos el tren que nos llevará a nuestro destino. Bélgica es un país pequeño y en apenas media hora ya estamos en la estación de Gante. Desde allí subimos al tranvía nº21 el cual llega hasta al centro en donde se encuentra la mejor zona de la ciudad. Llegamos rápido y nos sobresalta el Castillo de los Condes de Flandes. Construido en el siglo XI fue la residencia de los Condes. Totalmente restaurado aún conserva sus fosos que antaño servían como protección. A pesar de que se puede visitar preferimos quedarnos por fuera.
Al igual que Brujas, Gante también posee una interesante red de canales y un precioso centro urbano medieval. Un centro que hoy desgraciadamente para nosotros está todo en obras ya que se está peatonalizando completamente. Literalmente nos lo encontramos todo patas arriba!!!
Aún y así nos disponemos a ver el famoso triángulo mágico de Gante, compuesto por la catedral de San Bavón, la iglesia de San Nicolás y la torre del campanario. La zona se llama Korenmarkt. Prácticamente pegados entre sí, estos edificios representan el esplendor que vivió antaño la ciudad. Sinceramente es una pena no haber podido realizar mejores fotos ya que tanto la lluvia como las obras deslucen bastante el entorno. Seguramente en un día soleado y con todo terminado se vislumbra un lugar fantástico.
Pegado a la plaza se encuentra el río que baña Gante, y a su alrededor se levantan edificios medievales de gran valor. Dos de los rincones más bonitos de la ciudad, y de todo Flandes, son el Graslei (muelle de las herboristas) y el Korenlei (muelle de los graneros). Sus edificios gremiales construidos entre los ss. XII y XVII reflejados en el agua quedan grabados en tu memoria.
Como el día no nos acompañaba y tampoco es que hubiese demasiado más que ver decidimos irnos ya de Gante hacia Bruselas. A pesar de no haber permanecido mucho tiempo si que nos quedamos con la esencia de la ciudad. Se nota que en el medievo fue de gran importancia y que su centro sería un lugar de envidia para sus demás rivales europeos.
Así pues tras 30 minutos de viaje en tren llegamos a media tarde a Bruselas. Así aún tendremos tiempo de situarnos y pasear por la famosísima Grand Place, cerca de la cual estamos hospedados. Y de camino a la plaza nos encontramos con uno de los símbolos de esta ciudad, el Manneken Pis. El Manneken Pis es una estatuilla de unos 50 centímetros que representa a un niño desnudo orinando en la pila de una fuente.
Dada la importancia de la estatua, fueron muchas las ocasiones en las que diferentes ejércitos intentaron robarla, hasta que un ex convicto logró hacerse con ella. Los habitantes de Bruselas quedaron consternados hasta que, en el año 1619, se colocó una copia en el mismo lugar y se ha mantenido allí hasta nuestros días.
Después de ver este curioso personaje y ya muy cerquita de la Grand Place se encuentra la Galerías Saint Hubert. Diseñadas en 1847, fueron las primeras galerías comerciales de Europa y, hoy en día, continúan siendo las más elegantes. Miden alrededor de 200 metros de largo, y están cubiertas por una enorme cúpula de cristal que deja pasar la luz pero no la lluvia. Las galerías están muy bien cuidadas y sus tiendas son bastante exclusivas.
En la calle contigua a las galerías se encuentra la Grand Place. Conocida por su riqueza ornamental, está rodeada por las casas de los gremios, el Ayuntamiento y la Casa del Rey. Está considerada una de las más bellas plazas del mundo. Ahora la plaza está decorada con los puestos típicos navideños y con un gran árbol al centro. Como hace frío y está lloviendo no hay demasiada gente por lo que podemos verla con bastante tranquilidad.
Justo al lado opuesto por donde hemos llegado a la plaza se encuentra Jeanneke Pis. Jeanneke Pis es la réplica femenina del Manneken Pis. Se encuentra concretamente en la Rue des Bouchers. Esta niña desvergonzada es una versión mucho menos conocida y también más moderna que el niño original. La niña, tallada en piedra caliza grisácea, se encuentra en cuclillas protegida por unas rejas. Fue creada en el año 1987 por encargo del dueño de un restaurante.
Estaba empezando a hacerse de noche y tras un largo día tocaba irse a descansar. Mañana queremos levantarnos también pronto para ver la parte más moderna de la ciudad situada cerca de las afueras con el famoso Atomium como exponente principal. Además mañana es Nochevieja y habrá que cenar e ir a la Grand Place para ver como se viven la campanadas de fin de año en Bélgica.
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