Dentro del corazón de Roma está el país/estado más pequeño del mundo. Se trata del Vaticano, la santa sede como lo llaman algunos. Considerado como la morada de Dios en la Tierra, el Vaticano es el lugar de residencia del Papa que es a su vez la máxima representación de la Iglesia Católica. Un día es más que suficiente para conocer este diminuto estado y visitar sus lugares más famosos. Ahí va nuestra breve lista con sus imprescindibles.

Visitar la Plaza San Pedro con niños

Normalmente lo primero que se nos viene a la mente cuando pensamos en el Vaticano es su enorme plaza San Pedro con la basílica con el mismo nombre al fondo. Nada más entrar se puede ver la Basílica de San Pedro acompañada a ambos lados por una serie de columnas de mármol blanco formando un círculo y encerrándonos así dentro la misma plaza.

La plaza es enorme y la verdad que bastante ostentosa. Nada más y nada menos que 320 metros de longitud y 240 metros de anchura con capacidad hasta unas 300.000 personas. Mención especial también para su famoso obelisco egipcio de 25 metros de altura. Nada que ver con el voto de pobreza de la iglesia católica y con el mensaje de austeridad que tradicionalmente ha dado la institución.

Visitar la Basílica de San Pedro

Para entrar a la Basílica hay que pasar un cordón de seguridad en el que vimos a algún componente de la Guardia Suiza, el ejército del Vaticano encargado de la seguridad del Papa y de la ciudad. Una vez superado el cordón ya  se puede acceder al interior de San Pedro, una auténtica joya arquitectónica.

La Basílica de San Pedro del Vaticano se levanta sobre la tumba del Apóstol, ubicada en una necrópolis del siglo I. La primera basílica vaticana fue construida por Constantino en el siglo IV y estuvo en pie durante más de 1.000 años, hasta que los Papas del Renacimiento la derribaron para poder levantar una nueva basílica sobre la anterior.

Sus dimensiones eran tan gigantescas que la empresa parecía irrealizable y estuvo a punto de sucumbir. Las obras duraron 160 años y en ellas trabajaron artistas de primer orden. La fachada fue obra de Maderno, la cúpula de Miguel Ángel o la Plaza diseñada por Bernini son únicas en el mundo…

Basílica del Vaticano

La primera vez que uno penetra en el interior de la basílica recibe una impresión casi sobrecogedora. Es tal su grandiosidad que te empequeñece ya que mide 212 metros de largo, 140 de ancho, y 133 metros de altura en su cúpula. Ocupa 15.000 metros cuadrados. No hay otro templo en el mundo que le iguale en extensión.

Visitar la Basílica de San Pedro

Cabe destacar que la basílica, además de ser una obra de arte por sí sola, cuenta con importantes obras situadas en su interior como diversos mosaicos, pinturas, esculturas de papas, santos o emperadores. Entre ellas podemos destacar la estatua de bronce de San Pedro atribuida a Arnolfo di Cambi, que ya se encontraba en la antigua basílica.

Vaticano

Pero sin lugar a dudas lo que más llama la atención del interior es el altar mayor, con el baldaquino (templete de 4 columnas destinado a cobijar un altar) de bronce que realizó Bernini.  A esta obra se la llama la “tumba de San Pedro” ya que según la tradición (las últimas investigaciones arqueológicas han confirmado su veracidad), reposan los restos del Apóstol, lo cual ha hecho que este lugar sea uno de los lugares más venerados por los cristianos y punto elegido para edificar el mayor templo de la Cristiandad.

Basílica del Vaticano

Por encima del Baldaquino se levanta majestuosa la cúpula, decorada en su interior en los años 1603-1613, según los cartones de Giuseppe Cesari. La inscripción en latín en la base de la cúpula dice: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y a ti te daré las llaves del Reino de los cielos”.

Visitar el Vaticano

En las entrañas del templo se encuentran descansan los restos de los papas fallecidos incluido el del mismo San Pedro. Obviamente a estas estancias no se puede acceder aunque sí se puede bajar a ver algunas criptas antiguas.

Ver los Museos Vaticanos

Detrás de la basílica, a pocos metros se encuentran los Museos Vaticanos. La entrada para los adultos es de 17 euros mientras que para los niños de 0 a 5 años es gratuita. Nuestro consejo es comprar las entradas por internet porque que de lo contrario las colas pueden ser larguísimas y también existe la posibilidad de quedarse sin entrar debido a la tremenda afluencia de gente.

Visitar Roma

La colección de obras es interminable ya que de hecho la iglesia católica tiene una de las colecciones más extensas del mundo. Así que si no sois especialmente entendidos en arte os recomendamos visitar las salas de los mapas o los tapices ya que son bastante espectaculares. Eso sí, armaros de paciencia ya que los museos vaticanos suelen estar abarrotadísimos de gente.

Estos museos contienen uno de los mejores frescos (si no el mejor) del mundo. La Capilla Sixtina es la sala en la que tiene lugar el cónclave en el que se elige al sucesor del Papa una vez fallece el vicario regente. Las pinturas de Miguel Ángel en las paredes han recibido a lo largo del tiempo la admiración de todo el mundo debido a la complejidad del trabajo y la perfección con la que fue hecho.

Visitar los jardines vaticanos

Tras una agotadora visita a los museos vaticanos (la cantidad de gente que hay es abrumadora) seguro que agradeceréis pasear rodeados de verde y poder sentaros a descansar en un banco. Eso es lo que hicimos nosotros en los jardines vaticanos.

Construidos en época medieval y con varios senderos, desde estos jardines se pueden lograr algunas grande instantáneas con la Basílica de San Pedro al fondo.

Castello de Sant’Angelo

Aunque este edificio realmente NO está del todo ubicado geográficamente en Ciudad del Vaticano, nosotros SÍ que lo hemos querido añadir a la lista de lugares que ver en este pequeño estado.

El Castello de Sant’Angelo está situado en la orilla derecha del río Tíber y conecta al Vaticano por un hermoso puente y un pasadizo (passetto) amurallado. Construido en el año 135 bajo las órdenes del emperador Adriano, nació como mausoleo para él y su familia aunque finalmente esto no fue así. La edificación concluyó en el año 139, convirtiéndose poco tiempo después en un edificio militar que en el año 403 se integraría a la Muralla Aureliana.

Si de por sí es ya un edificio fantástico, el puente y las estatuas que lo envuelven le dan un aspecto aún más bello al castillo. No os perdáis sus vistas desde una zona un poco más alejada.

Si viajas a Roma y visitas la Ciudad del Vaticano, pensamos que estos son los lugares imprescindibles que ver en un día en el estado más pequeño del mundo. Te dejamos además nuestro post de 4 días con el mejor itinerario para visitar la ciudad eterna.

Que hacer en Roma en 4 días. Itinerario

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